Julio de Urquijo (1871-1950), a quien tanto debe la historia de la literatura, fundó en 1907 la Revista Internacional de los Estudios Vascos. Con ella consiguió, no sin trabajo, que éstos dejaran de ser, como antes los estudios célticos, el refugio y puerto seguro de todas las fantasías, cuando no de todas las locuras. En ella han colaborado, para citar sólo a los propios de más edad, hombres como Campión, Daranatz, Dubarat, Carmelo y Bonifacio de Echegaray, Guerra, Jean de Jaurgain, Lacombe, Serapio Múgica, etc. En el Congreso de Oñate, celebrado en 1918 por iniciativa de Ángel de Apraiz, nacieron la Sociedad de Estudios Vascos y la Academia de la Lengua Vasca.