Entre los vizcaínos hay que citar a fray Pedro Antonio de Añibarro (1748-1830), natural de Villaro, autor de muchos libros de piedad impresos o manuscritos. Fue franciscano misionero del convento de Zarauz como el padre Echeverría, el fabulista y vascólogo padre Zabala y el padre Uriarte, colaborador del príncipe Bonaparte. Sus obras más conocidas son el Escu liburua o Manual (1802) y Lore sorta espirituala (1803), traducción del Ramillete espiritual del padre Palacios, también misionero de Zarauz. Añibarro conocía y apreciaba a Axular hasta el punto de traducir el Gueroco guero.